Nuestra Historia

Este Restaurante, asador está dedicado a la historia de nuestros antepasados, en particular a los sucesos de las batallas y contiendas históricas para la reconquista cristiana de la península entre los Reyes Castellanos y los moradores de

Al-Andalus.

Un pasaje de la historia que, como tantos otros, está presente en cualquier rincón de nuestra España y que recordamos a modo de homenaje para todos los Caballeros que murieron en la batalla de Uclés, (1108) también llamada de los Siete Condes, entre los cuales se encontraba el Heredero del Reino de León y que fue librada contra el mis- mísimo caudillo almorávide Yusuf y su poderoso ejército, el cual ya había derrotado a Alfonso VI en Sagrajas en 1086 y muerto al hijo del Cid Campeador, en 1097, en la batalla de Consuegra.

Se trata de un hecho histórico en la península, no tanto por el hecho de la derrota de los Reyes cris- tianos en si mismo, sino porque se estaba fraguan- do la creación de la Real Orden Militar de Santiago y la inicio de las alianzas de los Reinos Cristianos de la península, siendo además el Infante Sancho, hijo de la Princesa Zaida y el Rey de León.

El Infante Sancho Alfonsez era el heredero del trono Leonés, nacido en el año 1093 hijo de Zaida, princesa musulmana de al-Andalus, de la familia de los hudíes de la taifa de Zaragoza, que llega a Toledo a finales de abril de 1090 con aproximadamente 20 años de edad con parte del tesoro familiar y se asienta en la Corte Real del Reino de León.

La belleza de Zaida fue ensalzada en poemas y cantares y pronto cautivó al Rey de León, Alfonso VI, con quien tuvo al Infante Sancho en 1903.

Corría el año 1108 y tiempos difíciles para la reconquista, el Caudillo Almorávide Yusuf y su poderoso ejército quebraban las líneas cristianas y atacaban pueblos limítrofes.

El Rey Alfonso VI envió a su hijo y heredero a la Batalla de Uclés.

Uclés era un punto estratégico en las líneas de deensa cristianas del Reino de León, Yusuf avanzó con un gran ejército hacia la ciudad. El ejercito Al- morávide avanzó a través de la meseta, saquean- do, quemando y asesinando en los pequeños asentamientos cristianos que encontraban a su paso. El 27 de mayo llegan a Uclés, ciudad que tomaron fácilmente al carecer de las defensas que posteriormente tendría con la construcción del Castillo de Uclés.

Yusuf y sus hombres, saquearon, asesinaron y destruyeron la población.

Los cristianos avisaron al Rey Alfonso VI que se hallaba en Sahagun, recién casado y convaleciente de una herida recibida en Salatrices por lo cual no pudo ir al frente de su ejército, enviando a su hijo heredero, el infante Sancho Alfonsez, de 15 años de edad y acompañado de varios nobles.

A los dos días del saqueo de Uclés por los Almorávides, los cristianos llegaron a la batalla. El 29 de mayo de 1108 unos 3500 combatientes que suponían aproximadamente un quinto de los recursos militares del reino, con 27 nobles y 17 obispos y numerosos caballeros, escuderos, mozos de caballos.

Al rayas el alba, a punto de dar las 6 de la mañana, salieron los musulmanes al paso de los cristianos, situándose a poca distancia de Uclés, al suroeste. Avanzaban los cordobeses en vanguardia, las alas formadas por tropas de Murcia y Valencia y el centro iba mandado por Tamim con los soldados granadinos.

Además, los musulmanes contaban con saeteros que combatían en ordenadas filas paralelas.

La táctica de masas compactas y disciplinadas eran nuevas para los cristianos, acostumbrados a encuentros singulares, con los ejércitos situados uno frente al otro.

Las crónicas nos hablan de cuales fueron los principales capitanes del ejército castellano-leonés, el infante Sancho, el Conde de Cabra, también Garcia Ordoñez el “ayo” del infante, los Alcaides de Tolero, Catalañazor y Alcará de Henares.

La batalla comenzó con el ataque de la caballería pesada cristiana, provocando un gran número de bajas, los musulmanes retrocedieron buscando el apoyo de la retaguardia, mientras en las alas de los almorávides con caballería ligera, realizaron un movimiento envolvente de las tropas castellanoleonesas que, de pronto, se encontraron con su campamento tomado y atacadas por los cuatro costados, tal como le ocurrió al CID en Zalaca, era la táctica del tornafluye, que tan bien conocía el Cid Campeador.

Cuando el caballo del Infante cayó, el Conde y “ayo” del mismo, el Conde García Ordoñez lo defendió hasta conseguir huir de la batalla con un pequeño grupo de nobles y combatientes cristianos.

Los musulmanes los persiguieron, pero fueron alcanzados a causa del lento cabalgar del Infante Sancho, ya herido por la caída de su caballo.

Al llegar al lugar de nominado Sicuendes, se produjo una escaramuza y siete condes que protegían al heredero se enfrentaron de nuevo a los almorávides para proteger la huida del infante, dada la situación del joven infante, con poca protección y herido por la batalla, decidieron refugiarse en un castillo cercano, en Belinchón, donde fueron cercados y la fortaleza tomada por los musulmanes, matando a todos los ocupantes.

Cuando los que lograron huir de la batalla llegaron a Toledo y se presentaron ante Alfonso VI, no

supieron responder a la pregunta del Rey ¿Dónde está mi hijo?, pues desconocían que hubiera muerto a mano de los musulmanes en Belinchón.

El caso es que el cuerpo del infante Sancho se recuperó después y se enterró junto a su madre en el monasterio de Sahagún (León).

La pérdida de la estratégica fortaleza de Uclés, la derrota de su ejército, tantos nobles fallecidos y sobretodo la pérdida de su hijo le supuso al rey y a su corte un duro golpe del que personalmente ya no se repondría. Al año siguiente fallecía.

Al quedar el Rey Alfonso VI sin un hijo varón heredero de sus reinos, se dio lugar a que lo heredara su hija, Urraca I de Leon. Las posteriores desavenencias matrimoniales entre Urraca y su marido, el Rey de Aragon, Alfonso I el Batallador, originaron las luchas internas entre los reinos Españoles que retrasaron la reconquista. Además de que se dio pie al nacimiento de Portugal, al pretender Teresa convertir en reino el Condado que heredó de su padre.

 
veal chop with potatoes and vegetables

La batalla de los Siete Condes.

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